jueves, 30 de marzo de 2017

¿Ser feliz o tener razón?





Te invito a reflexionar...

¿Quieres ser feliz?
¿Qué es para ti la felicidad?
¿Y para tu padre o tu madre?
¿Se puede ser feliz sin  pareja?
¿Y sin tener una casa en propiedad?
¿Es posible ser feliz sin  estudios ?
¿Podrías serlo cobrando un sueldo bajo al mes?
¿Serías feliz sin tener hijos?
¿Y con unos cuántos kilos de más?
¿Y sin una parte de tu cuerpo?


Indudablemente existen unas determinadas circunstancias, personas y cosas que nos ayudan a encontrarnos bien, que facilitan en mayor o menor medida nuestra vida diaria y que nos ofrecen la posibilidad de vivir una vida de más o menos calidad... 

Pero aquello que  llamamos felicidad, es tan diferente entre cada uno de nosotros... 
¿A qué se deben estas enormes diferencias? ¿En que consiste la idea personal que tenemos a día de hoy de la felicidad?

Nuestras creencias, nuestra forma de actuar, nuestro criterio, nuestra conciencia, la fina línea entre el bien y el mal... surgen de nuestro entorno más próximo, se forma cual figura moldeable, con el paso del tiempo, con las experiencias, con lo vivido, pero sobre todo y por encima de muchas otras cosas, con lo que dicen y hacen papá y mamá, o aquellas personas encargadas de nuestra educación.

Son muchas las ocasiones en las que nos vemos inmerso en una discusión, en un tira y afloja, con nuestra pareja, con nuestros amigos o con nuestros hijos... en un intento ya fallido de antemano de querer tener razón. 

¿Realmente queremos ser felices?
¿En algún momento nos paramos a pensar que quizás, tal vez... estemos equivocados?

"¡En mi casa siempre se ha hecho así!"
"¡Porqué lo digo yo!"
"¡Dime con quien andas y te diré quien eres!"
"¡Así no se hacen las cosas!"
"¡Si sigues así, nunca te irá bien en la vida!"
"¡Los hombres no lloran!"
"¡Las mujeres no se dedican a eso!"
"¡Que dirá la gente de ti!"
"¡A una madre no se le habla de esa manera!"
"¡Más vale pájaro en mano que ciento volando!"
"¡Soy tu padre y me respetas!"
"¡La vida no es así !"

Son simplemente alguno de los muchísimos ejemplos,  que cualquiera de nosotros hemos podido escuchar. Frases hechas, refranes, creencias heredades a fin de cuentas,  que no somos realmente conscientes del rastro que pueden o han podido dejar.

Éstas y los comportamientos observados a nuestro alrededor, unidos a las propias e incluso ajenas experiencias, han ido lenta y sutilmente creando lo que hoy conocemos como "nuestra verdad". Verdad que defendemos, a veces hasta límites inexplicables, sin cuestionarnos si realmente es LA VERDAD.

Hay tantas verdades como personas, pues cada cual tiene su propia percepción, su propia forma de comprender, su propia versión de la realidad... Versiones a veces tan dispares...  pero basada en todo lo hablado con anterioridad.

Por ello nos encontramos cada vez con mas asiduidad, personas supuestamente "normales", que acuden a terapia, comentando algo como:
"Tengo una esposa maravillosa, un hijo y una hija que son mi debilidad, un buen puesto de trabajo que me permite pasar tiempo con mi familia... Tengo una casa en el campo, dos perros, el auto de mis sueños...y ... No soy feliz"

Y es que la felicidad no es esto que nos han contado...
No se trata de una carrera a ver quien consigue antes ser feliz.
Tampoco es un concurso en el que quien más "trofeos" consiga, se asegura ser feliz.

La felicidad, es nuestro estado natural. Que poco o nada tiene que ver que con ese momento puntual y pletórico de exaltación que surge de una experiencia concreta.
Y si es nuestro estado natural, ¿Porqué no nos sentimos felices?

Revisar nuestras creencias en relación a la felicidad, es un primer y gran paso.

Te acompaño...






lunes, 27 de marzo de 2017

El orígen del Transgeneracional.











El Transgeneracional.

Origen y Definición.

Veamos brevemente cómo se desarrolló y se introdujo este concepto, en psiquiatría y en psicología.

Siendo totalmente honestos, lo Transgeneracional es conocido desde el principio de los tiempos... Se citan varias  frases ya en la Biblia que dicen:
- "Los padres comen las uvas verdes y a los niños les rechinan los dientes"
O cuando Jesús curaba a un enfermo, los apóstoles le preguntaban:
- ¿Señor, quién ha pecado, él o sus padres?

A pesar de los diferentes estudios y descubrimientos de S. Freud y Carl G. Jung, en cuanto al psicoanálisis, el inconsciente personal e incluso el colectivo... Fue en los años 70, cuando un grupo de terapeutas formado por Nicolás Abraham, María Torok, Françoise Dolto, Anne Ancellin Shützenberger y Didier Dumas, que se reunían todas las semanas, pusieron de manifiesto la existencia de el inconsciente del clan o inconsciente familiar.

Nicolás Abraham y María Torok trabajaban en el hospital Psiquiátrico de París y tras presenciar los delirios de un paciente psicótico al que trataban, comenzaron a anotar tales delirios palabra por palabra. A este primer paciente le siguieron todos aquellos que continuamente sufrían aquellos episodios de aparente locura.

Cuando las familias venían a visitarles, les contaban exactamente de lo que había hablado el paciente. Así fue como ratificaron que en todo aquel aparente delirio, había cosas realmente delirantes, así como  episodios totalmente reales. Tras muchos estudios, emitieron la Hipótesis de una problemática familiar Transgeneracional que el paciente llevaba dentro de sí. Comenzando a hablar del ya mencionado inconsciente del clan. El inconsciente familiar.

Encontraron un repertorio de cosas con un denominador común. El paciente que está ahí delirando, era el representante de una carga emocional que no había sido manejada en tiempo real. Y el denominador común es la vergüenza. la vergüenza de reconocer o admitir un suceso en el clan.

¿Que vamos a esconder en una familia o clan?:
*Asesinatos.
*Suicidios.
*Robos.
*Problemas con Herencias.
*Adulterios, incestos, violaciones, enfermedades venéreas, hijos ilegítimos, abortos escondidos...
*Discapacitados.
*Problemas Psiquiátricos. (Locuras, esquizofrenias, etc)
*Las muertes de niños, o cualquier muerte de la que no queremos hablar porque es demasiado difícil.
*Etc.

Secretos a fin de cuentas de los que no se debe hablar, que no hay que decirlos ni escucharlos.
Estos fenómenos de los secretos familiares , han sido objeto de numerosas observaciones y estudios, que muestran que son estadísticamente significativos.

Un claro ejemplo de transmisión de un recuerdo determinado de inconsciente a inconsciente. Siendo este recuerdo el vínculo que une a un objeto (Tiempo, lugar, tema) con una emoción, un sentido. Y es que en cierto modo el ser humano es la suma de sus recuerdos emocionales, personales, familiares y culturales.

Lo que no deja de ser sorprendente es que el heredero del secreto familiar no deja de presentir, intuir o adivinar que algo sucedió. A un nivel inconsciente sabe exactamente qué sucedió, dónde y cuándo. Y guarda todos esos elementos en su inconsciente.

En terapia además de muchos otros factores, hay un criterio concreto que nos invita a seguir la pista de un secreto de familia, y es la desproporción que surge entre un acontecimiento y la reacción emocional que conlleva.

Otro criterio de gran importancia es el carácter irracional y/o compulsivo de esas reacciones. Esas personas que tienen la sensación o la impresión de hacer determinadas cosas a su pesar, de no poder controlar sus reacciones, de ser el juguete de sus emociones. Estos automatismos, los comportamientos irresistibles y/o irrefrenables, los fracasos repetitivos, en los que la persona entra en contacto con una emoción desbordante, son claros indicios que pueden orientarnos a una posible herencia familiar.

El hecho de liberarse de tales secretos de familia, a menudo es mucho más sencillo de lo que creemos, puesto que aunque se trate de acontecimientos a veces atroces, innombrables... el hecho mismo de expresarlos, de sacarlos a la luz, favorece su salida de el lado oscuro de nuestra mente. Una vez la palabra es expresada, una vez que la toma de conciencia es verbalizada, deja de ocupar lugar en el inconsciente.

Lo que provoca normalmente una reacción, una liberación emocional, una descarga... gritos, temblores, lágrimas, sonoras carcajadas...
La persona en seguida se queda calmada...Va al acontecimiento, se queda en él unos instantes, se siente liberada y regresa mucho más calmada que antes . En muchas ocasiones la toma de consciencia en la emoción es suficiente para liberarse, incluso tratándose de acontecimientos trágicos y/o importantes.

Y es que lo que realmente da fuerza a los secretos es su carácter inconsciente, oculto, escondido, en la sombra.

Una vez trabajados estos secretos, ningún descendiente estará nuevamente ligado a ellos.

Imaginaros que hubo un suicidio tres generaciones por encima de la nuestra, pero esto es algo que guardamos y no expresamos. El lado psicoanalítico nos habla de que una emoción está ahí. Esta emoción es una energía, un bloque de información que no podemos sacar. Entonces la guardaremos dentro de una cripta , dejamos el secreto ahí, pero la emoción continúa en nosotros, ahí... guardada.

Tras un tiempo, esta carga emocional, esta energía, esta información, va a deponerse en un niño, que nacerá con esta carga emocional inconsciente y que lo guiará en su vida en una cierta proporción evidentemente.

Así, fue como comenzó... así comenzaron a tratar a los pacientes psicóticos. No sólo como el paciente, sino como parte de una historia familiar. Ahí empezaron y no antes, a tener resultados mucho más importantes y satisfactorios.

Así...nació el Transgeneracional.

(*Adaptación de Elena Arnoso, de un extracto de "Él Tratado de Biodescodificación" de Enric Corbera Sastre)

domingo, 26 de marzo de 2017

¿Terapia para estudiar el árbol Transgeneracional?







Desde siempre, los notarios dice: "Lo muerto coge lo vivo", aludiendo el tan antiguo adagio romano.

En la actualidad, este tipo de informaciones, cada vez más aceptadas, abren ante nosotros una hermosa ventana en la que a modo de película, muchas veces de época, tomamos conciencia de que esa pulsión, ese deseo irrefrenable o ese "no sé porqué..." no es nuestro.

Y es que en nuestra propia vida, seguimos la cadena de las generaciones, pagando las deudas del pasado... Y mientras no se haya "borrado la pizarra", esa "lealtad invisible" nos incita a repetir una y otra vez ... queramos o no, lo sepamos o no, aquella situación. Quizás algo desagradable, tal vez un acontecimiento traumático o una muerte injusta o injustificable.

Nuestra vida, la de cada uno de nosotros es una novela. Tú, yo, el abuelo, la vecina... vivimos presos de una invisible tela de araña de la cual, también somos en parte creadores de dicha obra.

Si aprendiéramos a escuchar con nuestro tercer oído, a observar con nuestro tercer ojo, si prestáramos atención profundamente, podríamos comprender mejor, entender un poco más. Veríamos estas repeticiones, estas "coincidencias"... Y la existencia de cada uno de nosotros se volvería más clara, más sensible a lo que somos, a lo que realmente queremos ser.

¿Es posible escapara a estos hilos invisibles? ¿Puede uno salir de estas triangulaciones, de estas repeticiones? Por supuesto que sí.

En cierto modo, somos mucho menos libres de lo que pensamos. Sin embargo reconquistar nuestra libertad está al alcance de nuestras manos...Salir de la repetición, comprender lo que sucede, captando esos hilos en su contexto y en su complejidad. Y finalmente vivir "nuestra vida" y no la de nuestros padres o abuelos, ni la de un hermano fallecido, por ejemplo, al que hemos venido a "sustituir" siendo o no conscientes de ello.

Estos nexos, estos lazos que pueden parecer complejos, pueden ser vistos, sentidos o intuidos, por lo menos parcialmente, pero por desgracia generalmente apenas se habla de ellos. Se viven en lo indecible, en lo impensado, en lo no dicho o en lo secreto.

Pero nada está perdido, pues existen diferentes maneras de modelar estos lazos, para que de una vez por todas nuestra vida sea la que realmente deseamos, la que anhelamos profundamente.

Y es que evitando las trampas de tales repeticiones transgeneracionales inconscientes, la vida se viste de un nuevo color. Tiñendo nuestra vida de tal manera que se convierte en la hermosa expresión de nuestro ser más profundo.

Es por ello que todo Terapeuta que trabaje con esta herramienta ha de realizar su propia y profunda investigación personal. pues es tan sólo tras haberse descubierto y comprendido a sí mismo, que puede entender, percibir, ver, casi adivinar lo que apenas está expresado.

En ocasiones se manifiesta por el dolor, o a través de alguna enfermedad, a veces es el propio silencio que nos habla, o el "lenguaje del cuerpo" que no deja de decir...Tal vez la historia de "aquel fracaso", o aquello que nunca llegó a alcanzar, quizás la continua repetición de un evento en su vida, las ya arraigadas "desgracias" o una serie de dificultades esenciales que el cliente ya no soporta más.

Es entonces, humildemente, con todo su saber sentir, el terapeuta intenta ser el " go between", el intermediario, el barquero... o como ya decía Sócrates su "partero" o "comadrona", entre él, que se busca y su autentica verdad.

(Adaptación de Elena Arnoso, de un extracto del libro: ¡Ay, mis Ancestros!, de Anne Ancelin Schützenberger.)









sábado, 25 de marzo de 2017

Breve historia del origen del estudio del Transgeneracional





Para ser honestos, lo Transgeneracional es conocido desde hace mucho tiempo.

Ya en la Biblia nos topamos con frases como: “Los padres comen la uva verde, y a los hijos les rechinan los dientes”, o cuando Jesús curaba a un enfermo, sus apóstoles le preguntaban “¿Señor quien ha pecado él o sus padres?”.

Todos, en cierta manera hemos observado en algún momento de nuestras vidas con mayor o menor curiosidad nuestro árbol genealógico, pues a nivel consciente pero sobre todo inconsciente nos hacemos preguntas como: “¿De dónde venimos?, ¿A dónde vamos?, ¿Quién soy? o, ¿Qué es lo que hago aquí?

Nuestra educación, nuestras creencias y nuestras experiencias nos han llevado a normalizar, racionalizar o incluso llamar “casualidad” a diferentes circunstancias que se repiten en nuestras vida, en nuestras familias, una generación tras otra.

Muchos hemos tenido el primer contacto con este apasionante tema  de la mano de Enric Corbera, Christian Féche o Salomon Sellam, entre otros, ya que está reconocido por ser uno de los aspectos fundamentales de la Bioneuroemoción o Biodescodificación (Transgeneracional, Proyecto Sentido y Biología) pero fue Anne Ancelin Schützenberger (Doctorada en Psicología, Licenciada en Derecho y Magisterio) quien puso en el mapa, el análisis transgeneracional y los programas heredados de nuestros ancestros.

Hoy, hablaremos un poco de ella:

Psicóloga, abogada y profesora, Anne Ancelin Schützenberger, comenta en varias entrevistas que en los años 70, iba a tratar a su domicilio a una joven sueca de 35 años que estaba desahuciada por un cáncer que padecía. Los médicos acababan de amputarle una parte del pie y se preparaban, impotentes, a amputar todavía más. Ya que ella era psicoanalista, pidió a esta mujer que dejara libre su mente y le contara todo lo que pasaba por su cabeza.

Este ejercicio habría podido desarrollarse durante diez años, pero no había nada que ella sintiera que pudiera hacer para ayudarla. En una de sus visitas, en el momento en el que ya salía de la casa un retrato  llamó su atención. Existía un enorme  parecido físico con su paciente.

Entró de nuevo y le preguntó por ese retrato, a lo que ella le respondió que se trataba de su madre, fallecida años atrás. Anne continuó con sus preguntas y averiguó que la mujer del retrato falleciera de cáncer, a la edad de treinta y cinco años. Esta doble "coincidencia" la edad y la enfermedad la dejó estupefacta.

De pronto tuvo la sensación de que esta mujer se había programado para caer enferma, a la misma edad en que su madre había muerto de cáncer.

¿Qué le impedía pensar en la enfermedad como una simple casualidad?, ¿o incluso una  transmisión genética?  
Esa realmente es la dificultad que se plantea para todo lo que incumbe al inconsciente, invocar absolutamente todo como una causa el azar.
En cuanto a la genética, ella decía que difícilmente podía hacer coincidir las fechas hasta ese punto. Sobre todo porque esta historia le recordó inmediatamente otra...

Un día en el que su hija le había hecho las siguientes preguntas:” ¿Te das cuenta mamá?, eres la mayor de dos hijos y el segundo está muerto, papá es el mayor de dos hijos y el segundo está muerto y  yo soy la mayor de dos hijos y el segundo está muerto”.

Esto realmente había sido para ella una gran conmoción. Por lo que en ese momento, se planteó verificar con otros pacientes lo que ella ya intuía con respecto a esta mujer. 
Les pidió a todos sus pacientes que dibujaran su árbol genealógico y, si era posible, indicaran bajo el nombre de los ancestros, los momentos más importantes de la historia familiar... "Tuberculosis del abuelo, matrimonio de la madre, accidente de coche del padre." ...También les pidió que pusieran la edad y la fecha en las que se habían producido tales acontecimientos.

Los árboles genealógicos le revelaron repeticiones asombrosas: una familia en la que las mujeres, con leucemia, morían durante tres generaciones en el mes de mayo; una sucesión de cinco generaciones en la que las mujeres se volvían bulímicas a la edad de trece años; una genealogía en la que los hombres eran víctimas de un accidente de coche el día de la primera vuelta a clase de su primer hijo.

Estaréis de acuerdo en que sería demasiada osadía ver la acción de la casualidad en las familias en las que estos datos se encuentran, en cada generación, las mismas fechas de nacimiento, el mismo número de matrimonios en los hombres y siempre a la misma edad...

En cuanto a la herencia genética, ¿creéis que un accidente de coche puede transmitirse a través del ADN?

Espero haber suscitado por lo menos tu curiosidad, ya que como dice Jodorowsky:

"Tener un árbol y no estudiarlo, es como tener un tesoro y no utilizarlo"

¡Hola Enfermedad!... ¿Tienes algo que decirme?






Sin saber muy bien porqué, durante gran parte de mi vida, he sentido que la enfermedad no era eso que me habían dicho: una "lotería", la cruz que te ha tocado,  un castigo que Dios te envió, o alguna de esas infinidad de afirmaciones que tantos de nosotros hemos escuchado en algún momento en nuestro entorno.

Pero como la mayoría, inmersa en las creencias y "las realidades" que ese entorno parecían vivir, tardé un tiempo en darle forma a ese pensamiento inicial, que incluso sin volverse más consistente, nunca me abandonaba.

Fue la enfermedad de mi madre y su posterior fallecimiento, los encargados de que ese pensamiento, esa duda, ese sentir, se convirtiera en un firme propósito, el de encontrar un ¿Por qué? que a cada paso que daba me acercaba a un incomprensible (en ese momento) ¿Para qué?

Mi madre, falleció con 52 años de un cáncer de pulmón, lo que podría considerarse hasta "normal", en estos tiempos. Pero es que la historia se repetía...pues su padre, mi abuelo, había fallecido 25 años antes a la misma edad y de la misma enfermedad.

Todos hemos perdido seres queridos, experimentando los diferentes estados o etapas del duelo, la negación, la tristeza, la necesidad de una explicación, etc. Pero en mi caso había algo más...existía una certeza en la que no tenía cabida la simple casualidad.

Pues uno de tantos factores que fomentaban esa certeza, tenía una clara relación con las infinitas afirmaciones de mi madre durante esos 25 años, repitiendo una y otra vez, que ella moriría joven como su padre y de su misma enfermedad.

Todos estos datos y la realidad con la que me topé, redirigieron mi búsqueda hacia una sola pregunta: ¿Qué podía originar aquella "horrorosa casualidad"?.

Uno de los maravillosos regalos que ella me dejó, fue el libro de Louis L. Hay: "Usted puede sanar su vida". Con él en mis manos comencé a atar cabos, leyendo una y otra vez los diferentes conflictos relacionados con todas y cada una de las enfermedades, que por uno u otro motivo habían rodeado mi experiencia. 

Y todas...realmente todas "coincidían", todas eran verdad.

Esa maravillosa mujer, la autora de ese libro tan esclarecedor, no conocía a ninguna de las personas con las que yo "había comprobado" sus teorías. Y sin apenas darme cuenta, un mundo, repleto de dudas, estupor y sorpresa se abría ante mí. 


Todo, absolutamente todo tenía una explicación, un propósito, un para qué...

¿Cuál?... Te animo a que lo investigues conmigo.


La ley del Espejo...¿Qué estoy proyectando en mi vida?



"Como es arriba es abajo,
como es adentro es afuera"

La primera vez que escuché esta frase, tengo que reconocer que me impactó, no sabía muy bien porqué, pero me sorprendí a mi misma buscando un posible significado. fue en esa búsqueda que me topé con esta otra:

"Mi mundo exterior,
es un reflejo de mi mundo interior".

Aquí, el significado era mucho más claro para mí, por lo que decidí buscar dentro de mí.

Pero fue al toparme con UCDM (Un Curso de Milagros), cuando realmente comprendí lo que estas maravillosas palabras me trataban de decir:

" Mi mundo, mi realidad, mi propia vida...
es una proyección de lo que hay en mi mente".

Aquí es donde saltan las alarmas de la mayoría de la gente, realizando preguntas como por ejemplo: 
-¿Entonces quiere decir que todo lo que me pasa es culpa mía?
-¿Me estás diciendo que estoy enfermo porque quiero?
Y todas las que te podrás estar haciendo en este momento.

Para comenzar te animaría a que eliminaras la palabra "culpa" de tu vocabulario y la modificaras por Responsabilidad, y una vez hecho el cambio... Sí, todo es tu responsabilidad , y Sí, estamos enfermos porque queremos.

Permíteme explicarme:

A poco que nos hayamos interesado por el funcionamiento de la mente, tendremos constancia de que ésta se divide entre el consciente y el inconsciente. Los porcentajes que regula cada uno varían, entre un 5 y un 7% para el consciente y entre un 95 y un 93% el inconsciente. Es por ello que la gran mayoría de la información de nuestra mente, más del 90%, es totalmente desconocida para nosotros. 

¿Podemos afirmar entonces, con la misma rotundidad, que lo que hay en mi mente no es lo que luego hay en mi vida?. 

Reflexionemos...

*Continuaré, citando algunos ejemplos en nuevas entradas.

viernes, 24 de marzo de 2017

¿Sabemos interpretar los mensajes de nuestro alrededor?



Tienes que tomar una decisión importante... por fin te decides y justo en ese instante, cuando lo vas a comunicar, tu teléfono no funciona...
O ese día que tenías que realizar un viaje y pierdes el tren, y mientras regresas a casa, escuchas en la radio ese mismo tren  ha sufrido un accidente...
Han sido muchos años en los que las diferentes supersticiones y costumbres (todas nuestras creencias al fin y al cabo) nos han animado a continuar pasando por nuestra vida, como si no hubiera absolutamente nada que pudiéramos hacer por cambiarla. 
Años, en los que el mundo, la vida, la política, la economía y un sinfín de cosas más, eran la "excusa perfecta", para echar balones fuera  y culpabilizar a alguien o a algo de lo que en ese momento nos tocaba vivir...
Pero las cosas cambian. Y cada vez más a menudo, nos encontramos con frases como: "Mira dentro de ti y verás a Dios", "La salida está dentro de ti" o "Todo lo que  te molesta de los demás, es algo que tienes sin resolver en ti mismo", entre muchas otras.
Déjame decirte que tienes mucha información a tu alrededor, de la que, o no eres consciente, o si lo eres, quizás no sepas ni como interpretarla ni por donde empezar.
Y es que Dios, la vida, el universo, cada uno que le ponga el nombre que más le resuene, está en continua comunicación con nosotros.

Y aunque  no siempre comprendes ese lenguaje, lo cierto es que los mensajes están ahí,  delante de ti, a veces  repitiéndose una y otra vez, de diferentes formas, para darte la oportunidad de interpretarlos correctamente.
Quizás sea yo, quien te lo dice por primera vez, quizás hace tiempo que lo sientes, por eso estás leyendo estas líneas, da igual, lo realmente importante es que lo estás leyendo y con ello estás abriendo la puerta a una vida y una realidad llena de significado, llena de comprensión, llena de consciencia y de bienestar.
Todo, absolutamente todo, pasa por algo... Desde lo más bello hasta lo más trágico, desde lo más inocente hasta lo más intencionado... todo, sin excepción, habla de ti y es a ti a quien se dirige... Y lo mejor de todo, es que siempre es para tu mayor bien, para que realmente redirecciones tu vida hacia el lugar donde encontrarás la felicidad.
¿Te animas?
Cuenta conmigo.

Cuéntame síntoma... Cuéntame

Imaginemos que vamos en el coche y en un momento determinado se enciende el piloto que nos indica que ha entrado en la reserva....